Mujeres rurales en tiempos de COVID-19

Colaboradores

En la búsqueda de dar vocería a todas las mujeres e identificar sus necesidades específicas, la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM/OEA) elaboró un documento argumentativo para hacer visible los impactos diferenciados de la pandemia en las mujeres de la región: COVID-19 en la vida de las mujeres: Razones para reconocer los impactos diferenciados

Por décadas, las mujeres venimos diciendo que toda discriminación que se ha vivido es producto de la segmentación sexual del trabajo: las mujeres reducidas a lo privado y los hombres desplegados en lo público. Por eso, el “quédate en casa” ha sido la estrategia histórica para limitar y mantener a las mujeres en el ámbito privado y, al mismo tiempo, para restringir su posibilidad de estar en el espacio público. De forma tal, debe develarse el género a este mandato, para que no opere en la nueva realidad. 

Asimismo, desde la CIM/OEA hemos puesto la alerta en que las mujeres no están tomando las decisiones, particularmente las mujeres rurales, quienes tienen el conocimiento de las comunidades, sus necesidades y de la situación in situ. Las mujeres estamos en las agendas colaterales, pero no estamos presentes en lo estructural. Cuando pasa esto, la agenda de las mujeres no está incorporada porque somos las mujeres quienes llevamos estas agendas a las mesas de discusión. 

“En relación con el empoderamiento económico de las mujeres, las brechas de acceso en el sector rural son: la carencia de tenencia de la tierra y el acceso al sector financiero.”

En relación con el empoderamiento económico de las mujeres, las brechas de acceso en el sector rural son: la carencia de tenencia de la tierra y el acceso al sector financiero. En este sentido, es importante el papel de la banca de desarrollo y los criterios de riesgo que permitan revisar los avales, pues no se puede seguir solicitando avales de inmuebles cuando las mujeres no tienen tenencia de la tierra. 

Las inversiones en los programas agrícolas deben mirar y entender lo que significa la agricultura, la autosuficiencia, la seguridad alimentaria y la participación de las mujeres como parte de la cadena de valor. Por lo tanto, la decisión de invertir debe empezar a dirigirse hacia los compromisos con las mujeres rurales, relacionándola también con los temas de cambio climático y el cuidado del medio ambiente.

Las mujeres rurales son pescadoras, productoras agrícolas, molusqueras y están en otros ámbitos de la economía, por lo que deben generarse compromisos de compra a sus productos en el marco de pactos de sororidad, que son un paso más allá de la solidaridad. Es entender que las mujeres son parte de la cadena de valor y empezar a hacer de esto un hecho económico y un compromiso de gestión y de compra. Es una oportunidad para resignificar las relaciones y el valor de lo que las mujeres hacen a nivel local.

La transformación de los pactos de género requiere de mucho esfuerzo articulado, de mucha vocería y enorme claridad para colocar el tema en las decisiones: No existe política neutra al género.

La transformación de los pactos de género requiere de mucho esfuerzo articulado y de mucha vocería. En esta línea, desde la CIM/OEA hemos venido trabajando para darle voz a las que no te tienen voz, amplificando sus necesidades en los distintos escenarios políticos de la región. En el caso particular de las mujeres rurales, hemos elaborado un documento de posición sobre la situación de las mujeres rurales, la agricultura y el desarrollo sostenible en las Américas en tiempos de COVID-19.

VER TAMBIÉN
Intervención de la senadora Beatriz Paredes en el foro hemisférico: "Mujeres rurales y equidad ante la pandemia COVID-19”

Se necesita una enorme claridad para colocar esto en el mainstreaming de todas las decisiones, porque no existe política neutra al género. Hoy, en plena pandemia COVID-19, hay un alto riesgo de retroceder en materia de derechos de las mujeres, pero también existe una esperanza de que hay una oportunidad de reacomodo. Se trata de volver a colocar los pactos de género en una situación que permita hacer la transformación y que la nueva normalidad sea la igualdad.  

Alejandra Mora es Secretaria Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), Organización de los Estados Americanos (OEA).

 

Nota: Las opiniones expresadas en este blog son responsabilidad de la autora y no reflejan necesariamente la opinión del IICA.