El impacto del Coronavirus en la cadena del maíz de Argentina

Colaboradores

La economía argentina caerá en 2020 alrededor del 10%1  como consecuencia de diferentes desarreglos macroeconómicos, pero fundamentalmente por el impacto en la actividad productiva de una de las cuarentenas más largas del mundo2.

Al ser el contagio más fuerte en los grandes centros urbanos, y al mantenerse sin cambios el trabajo agrícola y agroindustrial, la disminución del consumo de bioetanol, que se mezcla al 12% con las naftas, ha sido mucho más fuerte que la del biodiesel, que se usa en el diésel con un corte del 10%.

Así, de un consumo de bioetanol de 1.2 millones de metros cúbicos anuales, la demanda caerá en 2020 a 900 mil metros cúbicos, trasladando el impacto a toda la cadena del maíz, una de las materias primas más utilizadas para producir el biocombustible. 

La caída en la demanda de etanol implica un golpe proporcional en sus coproductos, como la burlanda, una fuente proteica de alto impacto en la alimentación animal; el aceite de maíz, que se usa para producir biodiesel; y el CO2, que se purifica y se usa en la industria de las bebidas gaseosas. 

Medido en términos de consumo del cereal, y sabiendo que el mercado se reparte igualitariamente entre producción con base en caña de azúcar y maíz, la crisis del Covid-19 implica que se usarán localmente 187 500 toneladas menos, contribuyendo a una sobreoferta en el mercado internacional y a menores ingresos para los agricultores.

Argentina produjo en 2019 más de 50 millones de toneladas del maíz, pero lamentablemente solo le agrega valor en origen a 18 millones, por lo que exporta 32 millones. Es la contracara de Brasil, que produce cerca de 100 millones de toneladas y vende al exterior un poco más que Argentina. Es la gran diferencia entre un país que elige industrializar su producción frente a otro que decide, por acción y/o por omisión, primarizar sus exportaciones

Si tomamos en cuenta que mediante la producción de bioetanol y sus coproductos se agrega un 70% de valor al grano, es fácil deducir el enorme costo de oportunidad que paga la Argentina por privilegiar el desarrollo petrolero respecto del de los biocombustibles.

Agregado de valor
Fuente: Maizar Argentina

Aún en estas circunstancias adversas, que incluyen un congelamiento del precio del bioetanol desde finales de 2019, Argentina está ante una oportunidad única

La actual ley, que le da vida al mercado de los biocombustibles, vence en mayo de 2021, por lo que surge la oportunidad de avanzar la propuesta de los productores: crecer hasta un corte del 27.5%, armonizando la legislación de Argentina con la de Brasil y Paraguay, sus socios en el Mercado Común del Sur (Mercosur).

Además de permitir también una armonización en la fabricación de automóviles en el Mercosur, y un agregado de valor del 70% a una mayor cantidad de granos (en vez de exportarlo para que le den valor en otros países), una nueva ley con un mayor uso de bioetanol impulsaría un aire más limpio, acorde a los compromisos de reducción de emisiones de la Argentina en la Cumbre Climática de París, inversiones por 1500 millones de dólares, 10 000 puestos de trabajo, desarrollo de economías regionales, y un mercado doméstico del maíz más fuerte.
 
 

Bioetanol
Fuente: Cámara de Bioetanol de Maíz

 

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Notas:
Estimación de Econviews, junio 2020, consultora de Economía de Argentina
2 La cuarentena se inició en marzo y seguiría en forma estricta en Buenos Aires y en el Gran Buenos Aires, al menos hasta agosto, según voceros oficiales.
 

 

Patrick Adam es Director Ejecutivo de la Cámara de Bioetanol de Maíz de Argentina.

 

Nota: Las opiniones expresadas en este blog son responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la opinión del IICA.