*Policy brief basado en el documento "El Papel del Comercio Internacional para Promover la Seguridad Alimentaria", elaborado por Joaquín Arias, Marcos S. Jank, Victor M. Cardoso, Víctor Umaña, y Leandro Gilio para la Reunión de Ministros de Agricultura del G20, Brasil, 2024 (ver documento aquí).
Introducción
“El comercio internacional juega un rol crucial en la seguridad alimentaria global, en particular para América Latina y el Caribe, en un contexto de crecientes desafíos climáticos, geopolíticos y económicos.” |
El documento “El Papel del Comercio Internacional para Promover la Seguridad Alimentaria” fue elaborado por el OPSAa-IICA e Insper-Agro Global, y distribuido durante la Reunión de Ministros de Agricultura del G20 en Brasil, celebrada los días 12 y 13 de septiembre de 2024. Esta reunión formó parte de la presidencia de Brasil del G20, un evento que se enfoca en las discusiones sobre el futuro de la agricultura global, con un énfasis en mejorar la seguridad alimentaria, promover prácticas agrícolas sostenibles y fortalecer la cooperación internacional.
En este contexto, este informe de política examina el papel crucial del comercio internacional en la promoción de la seguridad alimentaria global, especialmente frente a los crecientes desafíos climáticos, geopolíticos y económicos, con un enfoque particular en el rol de América Latina y el Caribe. Asimismo, propone recomendaciones de políticas para optimizar el comercio y mejorar la seguridad alimentaria a nivel mundial.
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Te invitamos a leer “El Papel del Comercio Internacional para Promover la Seguridad Alimentaria”. Descarga el documento aquí: https://opsaa.iica.int/resource-1722-el-papel-del-comercio-internacional-para-promover-la-seguridad-alimentaria Download English full report here: https://opsaa.iica.int/resource-1723-the-role-of-international-trade-in-promoting-food-security |
Estado actual de la seguridad alimentaria global
“La inseguridad alimentaria ha aumentado de manera constante desde 2014, con África en la situación más crítica. Las disparidades en la seguridad alimentaria reflejan una necesidad urgente de soluciones diferenciadas y políticas inclusivas que tomen en cuenta los ingresos per cápita.” |
El documento destaca que, desde 2014, la inseguridad alimentaria ha aumentado de manera constante en todas las regiones del mundo, con marcadas desigualdades entre ellas en el acceso a alimentos suficientes y nutritivos. La situación actual de la seguridad alimentaria global presenta un panorama complejo y preocupante. África exhibe los niveles más críticos de inseguridad alimentaria, donde más del 45% de la población enfrenta desnutrición, mientras que América del Norte y Europa muestran las tasas más bajas (figura 1). Esta disparidad subraya la naturaleza multifacética del problema y la necesidad de soluciones diferenciadas.
Figura 1. Prevalencia de inseguridad alimentaria en la población por región (2017-2023)
Fuente: Los autores con base en FAOStat.
Varios factores han exacerbado la inseguridad alimentaria en los últimos años. Los conflictos geopolíticos han tenido consecuencias devastadoras, causando desplazamientos masivos y destruyendo infraestructuras esenciales para la producción y distribución de alimentos. Las crisis económicas, especialmente desde la pandemia de COVID-19, han aumentado los costos de producción y transporte de alimentos, reduciendo la capacidad de los agricultores para mantener su producción. Paralelamente, los eventos climáticos extremos como sequías, inundaciones y huracanes han afectado gravemente la producción agropecuaria, destruyendo cultivos e infraestructuras.
El ingreso se revela como un factor determinante en la seguridad alimentaria. Existe una fuerte correlación inversa entre el ingreso per cápita y la prevalencia de desnutrición, lo que subraya la importancia de las políticas que promueven el crecimiento económico inclusivo para mejorar la seguridad alimentaria y reducir la desnutrición.
El papel del comercio internacional
“El comercio internacional es esencial para garantizar la disponibilidad, acceso, utilización y estabilidad de los alimentos, conectando los sistemas agroalimentarios, promoviendo la diversificación, estabilización de precios y distribución global de productos.” |
El comercio internacional se erige como pilar fundamental en la lucha contra la inseguridad alimentaria global, influyendo decisivamente en sus cuatro dimensiones: disponibilidad, acceso, utilización y estabilidad. Su papel es crucial en las estrategias mundiales para erradicar el hambre y la malnutrición.
Este intercambio transfronterizo desempeña funciones vitales en la promoción de la seguridad alimentaria. Primordialmente, facilita la redistribución eficiente de alimentos, canalizándolos desde zonas excedentarias hacia aquellas deficitarias, garantizando así una mayor disponibilidad y calidad nutritiva a escala global. Además, enriquece la oferta alimentaria, fomentando la diversificación y la mejora nutricional.
La estabilización de precios es otra función esencial del comercio internacional. Al propiciar la movilidad de productos entre mercados diversos, contribuye a mantener los alimentos más asequibles, especialmente para los sectores más vulnerables. Esta cualidad cobra especial relevancia en periodos de crisis o ante perturbaciones locales en la producción alimentaria.
Asimismo, el comercio internacional combate directamente el hambre y la malnutrición al mejorar la disponibilidad de alimentos y generar oportunidades laborales e ingresos. A través de sistemas regulados, asegura que los productos comercializados cumplan con estrictos estándares sanitarios y de inocuidad.
Adicionalmente, facilita la transferencia de conocimientos y tecnologías en materia de nutrición y seguridad alimentaria, potenciando la eficiencia de agricultores y actores en las cadenas de valor. Por último, optimiza la asignación de recursos, permitiendo que la producción se concentre en las regiones más productivas y sostenibles, fortaleciendo así la resiliencia de los sistemas agroalimentarios globales.
En síntesis, el comercio internacional enlaza los sistemas alimentarios globales, redistribuyendo alimentos para mejorar su disponibilidad y calidad, a la vez que amortigua los impactos de desastres climáticos y enfermedades. Promueve la sostenibilidad alimentaria, genera beneficios económicos y sociales, y propaga tecnologías agrícolas que optimizan la producción. Estas acciones en conjunto refuerzan la seguridad alimentaria y nutricional, subrayando el rol crucial del comercio en la creación de un mundo más seguro y saludable en términos alimentarios.
El rol de América Latina y el Caribe en la seguridad alimentaria global
“América Latina y el Caribe es el mayor exportador neto de alimentos del mundo, con un superávit agropecuario de 217 mil millones de dólares en 2023, impulsado por la diversidad de productos exportables y ventajas comparativas como recursos naturales y microclimas favorables.” |
América Latina y el Caribe (ALC) se ha consolidado como un actor fundamental en la promoción de la seguridad alimentaria global. La región ha fortalecido su posición como el mayor exportador neto de productos agroalimentarios, alcanzando un superávit comercial agropecuario de 217 mil millones de dólares en 2023, con un crecimiento promedio anual del 9% desde inicios de la década de 2000.
La fortaleza de ALC en el comercio agroalimentario radica en su diversidad de productos exportables. El complejo de soya se destaca como el principal rubro de exportación, seguido por las carnes y el maíz. Además, la región ha desarrollado especialidades de alto valor añadido como frutas, vegetales frescos y alimentos procesados.
China se ha convertido en uno de los principales mercados para los productos de la región, con un crecimiento promedio anual del 15% entre 2003 y 2023. Otros mercados importantes incluyen la Unión Europea, Estados Unidos, así como el comercio intrarregional que presenta un potencial importante. La diversificación fortalece la posición de la región en los mercados internacionales y le permite adaptarse a las demandas cambiantes del mercado global, mitigando riesgos asociados a la dependencia de un solo tipo de producto o mercado.
La posición estratégica de ALC se ve fortalecida por sus ventajas comparativas (figura 2), que incluyen diversos microclimas, orientación norte-sur que permite una producción agrícola continua, vastas extensiones de tierras cultivables y abundantes recursos hídricos. Además, la región cuenta con un acervo de conocimientos y experiencia, una posición geográfica estratégica y una infraestructura agrícola en constante modernización.
Figura 2. Dinámica del comercio internacional basado en la ventaja comparativa revelada
Fuente: Los autores, con base en con base en datos espejo de Trade Data Monitor (TDM). Ver: más detalle en https://opsaa.iica.int/indicators
Recomendaciones de políticas para fortalecer el comercio y la seguridad alimentaria
“Es crucial fortalecer el papel de la OMC, limitar las restricciones a las exportaciones en emergencias, digitalizar el comercio y armonizar estándares sanitarios. A nivel nacional, las políticas deben enfocarse en la promoción de prácticas sostenibles, integración comercial y asistencia financiera para países en desarrollo.” |
Las recomendaciones de políticas para promover la seguridad alimentaria a través del comercio internacional se estructuran en tres niveles: acuerdos multilaterales y regionales, políticas comerciales nacionales, y políticas macroeconómicas y sectoriales.
En el ámbito multilateral y regional, es imperativo fortalecer el papel de la Organización Mundial del Comercio (OMC), revitalizando su sistema de solución de controversias y concluyendo las negociaciones agrícolas pendientes. Limitar las restricciones a las exportaciones en situaciones de emergencia y establecer un sistema global de etiquetado transparente son medidas cruciales. El fomento del intercambio de información agropecuaria y el reconocimiento mutuo de medidas sanitarias y fitosanitarias basadas en evidencia científica contribuirían significativamente a un comercio más eficiente y equitativo.
A nivel nacional, la digitalización y la convergencia regulatoria emergen como elementos clave. La implementación de normas de origen digitales y la armonización de estándares sanitarios y fitosanitarios reducen los costos comerciales y facilitan el intercambio internacional. El desarrollo de políticas comerciales integrales que equilibren la eficiencia con los estándares de salud, seguridad y sostenibilidad ambiental beneficia tanto a productores como a consumidores. Los acuerdos comerciales preferenciales se presentan como herramientas valiosas para mejorar la integración del mercado y simplificar las reglas de origen.
Las políticas macroeconómicas, incluyendo las fiscales, monetarias y cambiarias, son fundamentales para la competitividad de las exportaciones agropecuarias y la estabilidad económica nacional. La optimización de recursos, la promoción de avances tecnológicos e infraestructura, y la alineación de subsidios con objetivos de seguridad alimentaria sostenible potencian la productividad y resiliencia del sector agrícola. El fortalecimiento de la promoción comercial nacional, con énfasis en la mejora tecnológica y el apoyo a las pymes, es esencial para mejorar el acceso a los mercados globales.
El fomento de estándares ambientales y prácticas sostenibles, junto con la facilitación del comercio regional de alimentos, son pasos decisivos hacia una mayor integración comercial y sostenibilidad. La adopción de un concepto uniforme para los Sistemas Alimentarios Sostenibles (SAS) representa la culminación de estos esfuerzos, promoviendo un comercio internacional sostenible y reconociendo la necesidad de asistencia financiera para su implementación efectiva, especialmente en países en desarrollo.
La cooperación internacional y el financiamiento dirigido son instrumentos esenciales para abordar las preocupaciones ambientales que afectan el comercio de alimentos. Este enfoque holístico asegura que el crecimiento comercial no se logre a expensas de la sostenibilidad ambiental. En conjunto, estas políticas interconectadas tienen el potencial de transformar el panorama del comercio alimentario global, fomentando un sistema más equitativo, eficiente y sostenible que contribuya significativamente a la seguridad alimentaria mundial.
Conclusión
“El comercio internacional es fundamental para la seguridad alimentaria global. Con la implementación de políticas basadas en evidencia y un enfoque en la sostenibilidad, América Latina y el Caribe puede seguir desempeñando un papel clave en la promoción de un sistema alimentario global más equitativo y eficiente.” |
El comercio internacional es un motor clave para garantizar la seguridad alimentaria en un mundo cada vez más interconectado y vulnerable a crisis globales. América Latina y el Caribe, como el mayor exportador neto de alimentos, juega un papel crucial en este escenario, pero también enfrenta desafíos importantes. Las recomendaciones propuestas abarcan una combinación de acciones a nivel multilateral, nacional y sectorial, cuyo éxito dependerá de su aplicación coordinada y de la consideración de las realidades locales y regionales.
Con un compromiso renovado hacia la cooperación internacional, políticas basadas en evidencia y un enfoque en la sostenibilidad, se puede avanzar hacia un futuro donde el acceso a alimentos nutritivos y suficientes sea una realidad para todos. La implementación efectiva de estas políticas tiene el potencial de transformar el panorama del comercio agroalimentario global, promoviendo un sistema más equitativo, eficiente y sostenible que contribuya significativamente a la seguridad alimentaria mundial.
Nota: Las opiniones expresadas en este blog son responsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente la opinión del IICA.
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