Estimadas Marisela y Silvana, que bueno contar acá con sus atinados comentarios, sustentados en la experiencia de años enfrentando y buscando soluciones a temas inherentes al desarrollo. Las preguntas que plantean corresponden a aspectos que a pesar de no ser nuevos se convierten en vigentes. Pensemos que, a pesar de todo, hoy tenemos una institucionalidad pública, privada y de la sociedad civil, más sólida que la de años atrás, a pesar de la politiquería y de las malas prácticas de los que ha denigrado el nombre de la política. Ojalá que el resultado que perdure de esta crisis sea el haber vuelto a diferenciar entre lo importante y lo sustancial. Que increíble que haya un acuerdo, en prácticamente todos los países, y en diferentes estratos de la sociedad, acerca del carácter esencial de la agricultura, que de manera más integral debería ser lo esencial del medio rural. Esa es la gran oportunidad que tenemos que aprovechar para incidir en que las medidas de política, más allá de la urgencia de la emergencia, se plantee para lograr cambios que permitan resistir de mejor forma, con menos muertos, con menos enfermos, con menos desempleados, con menos productores empobrecidos, con menos empresarios y emprendedores quebrados. Termino con una frase del físico y escritor italiano Paolo Giordano (autor de El Contagio), que me ha inspirado en las últimas semanas “No tengo miedo de caer enfermo, tengo miedo de que todo pueda cambiar, que todo se derrumbe. Pero lo que más temo es que el miedo pase en vano, sin dejar ningún cambio tras de sí”.
Estimadas Marisela y Silvana…
Estimadas Marisela y Silvana, que bueno contar acá con sus atinados comentarios, sustentados en la experiencia de años enfrentando y buscando soluciones a temas inherentes al desarrollo. Las preguntas que plantean corresponden a aspectos que a pesar de no ser nuevos se convierten en vigentes. Pensemos que, a pesar de todo, hoy tenemos una institucionalidad pública, privada y de la sociedad civil, más sólida que la de años atrás, a pesar de la politiquería y de las malas prácticas de los que ha denigrado el nombre de la política. Ojalá que el resultado que perdure de esta crisis sea el haber vuelto a diferenciar entre lo importante y lo sustancial. Que increíble que haya un acuerdo, en prácticamente todos los países, y en diferentes estratos de la sociedad, acerca del carácter esencial de la agricultura, que de manera más integral debería ser lo esencial del medio rural. Esa es la gran oportunidad que tenemos que aprovechar para incidir en que las medidas de política, más allá de la urgencia de la emergencia, se plantee para lograr cambios que permitan resistir de mejor forma, con menos muertos, con menos enfermos, con menos desempleados, con menos productores empobrecidos, con menos empresarios y emprendedores quebrados. Termino con una frase del físico y escritor italiano Paolo Giordano (autor de El Contagio), que me ha inspirado en las últimas semanas “No tengo miedo de caer enfermo, tengo miedo de que todo pueda cambiar, que todo se derrumbe. Pero lo que más temo es que el miedo pase en vano, sin dejar ningún cambio tras de sí”.