¿Qué entendemos por el "costo real" de los alimentos?
Cuando las personas piensan en los precios de los alimentos, normalmente piensan en el precio que los consumidores pagan en el momento de comprarlos (el "costo privado"). Sin embargo, puede que este precio no incluya todos los costos para la sociedad. Estos “costos sociales” también abarcan los impactos en el ambiente y la salud pública derivados de las prácticas y características de los sistemas alimentarios globales y locales, incluyendo la contaminación del aire y el agua, la sobreexplotación de los acuíferos, la resistencia a los antibióticos y las enfermedades relacionadas con la dieta, como la diabetes. Los consumidores no pagan estos costos por adelantado, pero la sociedad los asume más adelante de otras maneras; por ejemplo, mediante la reducción de las cosechas como resultado de la erosión de la tierra o la degradación del suelo.
Las políticas pueden determinar qué costos sociales surgen y la importancia de su influencia en cuatro factores impulsores del sistema alimentario: cuánto producimos, qué producimos, cómo producimos y dónde producimos. Algunos de estos factores traspasan fronteras, afectando así los bienes públicos internacionales. Cuando lo hacen, se convierten en costos sociales internacionales, para cuyo abordaje apropiado se requieren políticas internacionales..
“Los 'costos sociales' también abarcan los impactos en el ambiente y la salud pública derivados de las prácticas y características de los sistemas alimentarios globales y locales, incluyendo la contaminación del aire y el agua, la sobreexplotación de acuíferos, la resistencia a los antibióticos y las enfermedades relacionadas con la dieta, como la diabetes” |
¿Se ha medido el costo real de los alimentos?
En nuestro G20 Policy Brief, compilamos una serie de estimaciones sobre algunos de los costos sociales de los alimentos en los Estados Unidos y las comparamos con otras estimaciones de todo el sistema alimentario. Desafortunadamente, hoy no existe un enfoque armonizado internacionalmente para medir el costo real de los alimentos. Sin este enfoque, es difícil para los países discutir estos temas y más aún considerar reformas.
¿Qué debería hacerse?
El G20 está bien posicionado para actuar como líder en la catalización de la gobernanza internacional para abordar los desafíos en torno al costo real de los alimentos. Ofrecemos tres propuestas para la acción del G20: (1) exigir el desarrollo de una metodología que permita una medición globalmente armonizada del costo real de los alimentos, (2) coordinar la reforma de las políticas nocivas y (3) establecer una agenda para la introducción de políticas beneficiosas. La primera propuesta permitiría el intercambio necesario de conocimientos para promover un lenguaje y una visión comunes entre los países del G20, mientras que la segunda y la tercera propuestas posibilitarían el abordaje integral de reformas políticas críticas.
Para iniciar el proceso, el G20 debe otorgar un mandato a la comunidad científica internacional, incluidas organizaciones como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el IFPRI, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las Reuniones de los Científicos Jefes Agrícolas de los Estados del G20 (MACS-G20), para desarrollar un método armonizado que permita medir el costo real de los alimentos. Este método podría ser una contribución esencial a la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios de 2021 si es coherente, se basa en evidencias y tiene solidez en todos los países y productos alimenticios. La comunidad científica internacional podrá utilizar este método de medición para evaluar la magnitud relativa de varios costos sociales de los alimentos, así como para identificar tipos de políticas claves que contribuyen a los costos "ocultos" de los sistemas alimentarios. El G20 luego puede utilizar esta evaluación para coordinar reformas de política destinadas a eliminar los incentivos de políticas nocivas que aumentan el costo social de los alimentos y proponer políticas beneficiosas que compensen o reduzcan los costos específicos del sistema alimentario de manera socialmente aceptable. Los países miembros del G20 podrían reorientar el dinero asignado a las políticas nocivas eliminadas mediante la segunda propuesta a las políticas beneficiosas de la tercera propuesta.
“Al establecer una comprensión y una medición claras del costo real de los alimentos, incluidas todas las fallas del mercado, los países estarán en mejores condiciones para diseñar y reorientar sus políticas agrícolas actuales al logro de un triple beneficio: mayor productividad, resiliencia y estabilidad ambiental.” |
Al establecer una comprensión y una medición claras del costo real de los alimentos, incluidas todas las fallas del mercado, los países estarán en mejores condiciones para diseñar y reorientar sus políticas agrícolas actuales al logro de un triple beneficioso: mayor productividad, resiliencia y estabilidad ambiental.
Think20 (T20) es un grupo de afinidad del G20 que se conecta y colabora con grupos de expertos de todo el mundo para brindar ideas y recomendaciones a los líderes del G20. Este blog, que originalmente apareció en el Portal de Seguridad Alimentaria, se extrae de uno de los informes publicados por el Grupo de Trabajo del T20 sobre Sistemas Sostenibles de Energía, Alimentos y Agua, uno de los diez grupos de trabajo del T20 para la presidencia del G20 de Arabia Saudita de este año.
David Laborde es investigador senior en la División de Mercados, Comercio e Instituciones y líder temático sobre macroeconomía y comercio del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias. Tiene un doctorado en Economía Internacional de la Université de Pau et des Pays de l'Adour.
Marie Parent es analista de investigación en el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias. Brinda apoyo a la investigación entre países sobre los ODS 2.1, 2.3 y 2.4. Sus proyectos se relacionan con múltiples organizaciones asociadas y metodologías, incluyendo el modelo CGE, el análisis de clústeres y las revisiones sistemáticas. Marie tiene una maestría en Políticas Públicas de la Universidad de California, Berkeley.
Valeria Piñeiro es coordinadora senior de Investigación en el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias. Cuenta con un doctorado en Economía Agrícola de la Universidad de Maryland y forma parte del cuerpo de profesores de los Programas Académicos Avanzados de la Universidad Johns Hopkins. Ha sido consultora de muchas organizaciones, incluido el Banco Mundial.
Nota: Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente la opinión del IICA.
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